jueves, 20 de febrero de 2014

El supuesto final de la unilateralidad.



Para mayor entendimiento (?) siga el siguiente orden:
1-    Sin Titulo
2-    A Contraluz
3-    Unilateral

Si bien, no sé si llega a ser final, es el supuesto. En ese orden se entiende. Y  como lo dije en su momento, el día que escribiera el “final” esta seria la canción perfecta (Lo decidí en diciembre, cuando los fui a ver, y escuche el tema, (por primera vez, porque no había escuchado el disco entero, porque ante todo… colgada),  y dije “es genial para mi final!). En fin… dele play.



(del recital que hablo es este, en Niceto el 13/12/2013, la magia del internet)


El supuesto final de la unilateralidad.



  Lentamente te solté la mano sin que te dieras cuenta, sin que te percataras, aunque… ¿alguna vez te diste cuenta de algo? Seguro que sí, pero sigamos jugando a que no. En un silencioso movimiento fui soltándote dedo por dedo, creo que ese día no dije nada, o más nada de lo nada que normalmente suelo decir, solo te mire disimuladamente, de refilón, cuando mirabas al grupo, cuando me mirabas sin mirarme, no sé si cruzamos miradas... sí ¿por qué miento? Si sé que se nos cruzaron las miradas, si sé que en movimientos veloces corrí mi lente, porque hasta el último momento cobarde, hasta el último momento tratando que no me vieras patética y malinterpretaras mi sentir con una idealización de vos... -sí, una mirada basta para que pienses que te idealizo, porque es tan poco lo que te queres que no hay otra explicación, tan poco es lo que te queres que no cabe la opción de que se te desee por lo que sos en realidad y no por idealización, porque no sos perfecto y no soles ser la mejor opción, pero, quien es perfecto? Quien es 100% mejor opción? Si… recuerdo cada una de nuestras charlas...- cuantas veces te dije lo cobarde que fui, que soy, tenía en la palma de la mano lo que creo que iba a ser felicidad, por lo menos momentánea, y la solté.


    Recuerdo cuando rocé por unos instantes, ¿rocé? ¿Yo rocé? ¿Por qué sigo mintiendo?, cuando rozaste por instantes mis labios fríos, el hombre por el cual deje a otros, por el cual, sin que me lo pidiera y sin que se enterara, deje pasar oportunidades, me beso! y sin embargo, no tuve el valor para dar el siguiente paso. Creo que te deje ir  mucho antes de soltarte la mano, y de un amor correspondido solo te deje ser unilateral. Creo que me asusto la posibilidad de que fuera tan perfecto y lo arruinará,  lo perfecto se suele arruinar rápidamente, e iba a ser perfecto porque… es que sos tan mi complemento, te lo dije, es que tenes eso de mí que me encanta y tu otra mitad es tan opuesta que encajan las piezas, como la bendita media naranja y sin embargo te deje ir. Todavía mi mente retine los últimos tres besos y a vos alejándote y yo parada, ahí, sin reaccionar, viéndote ir, sin el valor suficiente para correr esos escalones y abrasarte por la espalda y aferrarme a vos. Ese fue el preciso momento en el que te deje ir,  y por más que una y otra, y otra vez haya intentado que vuelvas, inconscientemente te deje ir.  No sabes lo que atesoro eso 3 besos fugaces y lo frustrante que es saber que yo deje ir ese tren, inconscientemente consciente te deje ir, te guarde en este amor unilateral, que por más que quiera e intente no puedo hacer desaparecer.



    Que los sentimientos se controlan? que uno decide a quien querer? a quien amar? puras palabrerías de auto-ayuda, no se controla, el amor te parte al medio sin que lo esperes, como bien lo relata Julito, te destroza la mano, los ojos, el cuerpo entero y no tenes chances, y negalo, negalo y volvelo a negar, pero sabes bien que te partió y te estanca y no importa nada, solo ese amor, que te cruzo y te volvió tarado, dejando de lado toda racionalidad, dejando de lado todo sentido común e  hizo agarrarte de la nada misma disfrazada de oportunidad, disfrazada por ese mismo amor que te vendo los ojos y un simple gesto, un simple gesto que no oculta segundas intenciones,  se vuelve soporte de un tal vez.


    Y si te digo adiós, y con todas mis fuerzas trate de que dejen de ser meras palabras a terceros, podre seguir? podre no paralizarme en el recuerdo de aquel día en el que me deje verte ir? viéndote subir esas escaleras, todavía sintiendo el roce de tus labios fríos, sin entender que fue lo que paso? porque si hubiera habido una explicación con todo eso... aunque fuera una estúpida explicación, yo necesitaba una explicación, necesitaba escuchar de tu boca lo que pasaba, porque no me gusta andar en supuestos, caminando en conjeturas, en sí pero no, necesitaba una verdadera explicación, no  que te dieras vuelta y me dejaras verte ir en silencio. Y sé que soy estúpida, estúpida por estar atada a esta unilateralidad amorosa, sabiendo que la única manera de salir, de des-paralizarme es una confesión, una odiosa confesión, una estúpida confesión, una confección que me paraliza, que me asusta, que me angustia. Una confesión para terminar de soltarte la mano, esa mano que  aferre pero que deje ir, mucho tiempo antes, mientras subías esas escaleras, ese día tan hermosamente gris, tan hermosamente frío, tan hermosamente vos...




Es ficción, si bien toda ficción tiene algo de realidad no deja de ser ficción, aunque soy fiel partidaria de la unilateralidades amorosas, no necesariamente el amor tiene que ser correspondido para ser amor, y si uno sabe llevar bien el amor unilateral, no le veo lo malo, hasta tiene muchos pros (pros para alguien que no se lleva bien con las relaciones, no?).   

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