lunes, 11 de junio de 2012

Colores de alta cronicidad

Hoy la ciudad esta fría y estoy algo aburrida de hacer lo mismo, me canse de las redes sociales, me canse de los celulares, me canse de estar conectada. Tengo ganas de gritar, de alzar la voz, quiero pintar. Quiero y debo expresar en palabras colores y formas.
Mi naturaleza es locura uniformada, y cada día que despierto elijo un camino de piedras. Sola me complico para no aburrirme y no llevar una vida monótona que creo aspirar. En realidad, en el fondo de mi ser, me encanta estar en problemas porque lo que más me gusta es salir airosa. Salir de problemas que yo misma me ocasiono me hace sentir fuerte. ¿Los problemas reales? Esos son los que no me animo enfrentar, con los que bajo la cabeza y me resguardo en mi mundo de colores de alta cronicidad.

Con los años me he entorpecido,  me he convertido en alguien más de esta sociedad, sin pensamientos concretos, si quiera abstractos, solo figurativos como me han instalado a pensar. 
El otro día me encontré con un amigo de la infancia, compañero de la escuela primaria. Me di cuenta que soy una descreída, me pregunto sobre el amor, mi respuesta, una risa. Yo no creo en el amor para mi murió igual que dios. Cerré la ventana, prendí el calefactor.
Ahora escribo. Escribo de la nada, de la nada que es vivir en nada. Escucho a Nina Simone. Su voz franca me causa placer, me imagino lo que seria oírla en vivo. Una mujer que inspiraba con su voz, increíble. Yo por otra lado, me considero común, no creo tener un don así, que sensibilice a otros. Canta con fuerzas sobre el amor, admiro a la gente que puede amar. Desde hace mucho que no me permito soñar con amar. Me tranquiliza escribir, me parece que es lo más adecuado, vaciarme de estos pensamientos inútiles.  Esta sociedad me llevo a no creer en nada, ni en mi.
He dejado que me dominen, me manejen. A veces siento que no me dejan ser. Y tengo ganas de gritar, DÉJATE SER. Porque no son los demás los que me atan, soy yo misma que me opongo a crecer. Así no sufro, pero sufro porque me oprimo, no pinto no produzco.
Me parece que no sentir no me esta ayudando, la creatividad esta desapareciendo. Que nadie se entere del diablo que se alimenta de mi.
¡Basta! Hay que empezar a pintar, a dibujar, a escribir si hace falta y a cantar fuerte, a leer, leer, a bailar, a caminar, a pensar, por sobre todo, pensar.
Me digo, basta de ser idiota, basta de creer que no se puede, rompamos el esquema. 
Yo sirvo para romper, destruir, desarmar, así que me tiene que ser fácil
¿No?

No hay comentarios: